Las palancas del cuerpo humano
En una palanca encontramos los siguientes elementos: un
punto de apoyo (A), donde la palanca se afirma; un punto de resistencia (R),
que está en contacto con el cuerpo y sufre la influencia de la palanca, y un
punto de potencia (P), donde se aplica la fuerza. En nuestro cuerpo tenemos
muchas palancas funcionando, que llevan a los músculos a mover los huesos y
determinan el funcionamiento de las articulaciones.
Contracción muscular
Un músculo muestra dos
puntos de inserción, uno fijo y otro móvil. Cuando se contrae, acerca un
hueso, mientras que otro permanece fijo. Este impulso nervioso llega al músculo
a través de los nervios motores que
coordinan el movimiento mismo.
En el proceso de contracción de los músculos, intervienen
principalmente estructuras musculares de dos tipos, que muestran una gran
complejidad. Estas estructuras se denominan cardíacas estriadas y lisas.
El impulso es
transmitido por el sistema nervioso.
También se detecta
que existen escleroproteínas
distribuidas en el tejido muscular, indispensables para poner en movimiento el
conjunto óseo, para efectuar todo el trabajo cardíaco, para deglutir los
alimentos y, en general, para todos los movimientos del cuerpo.